Sin embargo y debido a los vientos del siglo 21, en los que piezas fundamentales de la Historia ( no sólo del Rock) como Dark Side of the Moon,Close to the Edge y demás manifestaciones demoledoras de cajas craneales no acapararían ninguna atención mediática, uno tiene que olvidarse de la música y tomar aire para dar a conocer durante varios meses el fruto de tu trabajo ( nada que ver con lo que cantaba mi adorada Lucinda Williams).
Bases de datos, contactos, búsquedas en Internet, llamada, facturas telefónicas astronómicas ( joder los de Movistar, para cuando una tarifa plana razonable?, malditos c......), más llamadas, comebolsismo vario, copas, verborrea barata y manida, decepciones al encontrar que tu música no gusta a la gente a la que uno pretendía gustar, sorpresas al comprobar que tampoco está tan mal y soporta bien algunas comparaciones y mal el paso de los meses ( no digamos del tiempo)...todo ello para cerrar la vida de un disco y abrir la veda de la creación de otro.
Porque ahora, tal y cómo está el mundo, se acabó el ARTISTA, que sólo crea y deja a terceras personas la ardua tarea de darlo a conocer....el argumento de yo sólo me dedico a tocar ya no vale, ahora tienes que ser lo mínimamente inteligente como para salir ahí a pelo sin tu guitarra a modo de para rayos y dedicarte a perder valiosísimas horas para decir: Esta es mis historia, compras?....
A pesar de todo sigo pensando que la industria debe hundirse en la lava del Monte del Destino y comenzar de nuevo asegurando la libertad libre de los creadores y el exterminio de los intemediarios......
" I'm talking about revolution" ( John Fuckin Lennon)
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