Rock and Roll

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Las luces se apagan. La espera ha terminado y el tiempo deja de tener el mismo valor. Lo que viene a continuación ha estado precedido de resoplidos, nervios, de asegurarse que las cordones de las Converse están fijados con doble nudo y de que el móvil y la cartera están a buen recaudo en el fondo del bolsillo. Notas como la presión de la gente te retuerce el pescuezo y como todos y cada uno de los presentes comparten un objetivo común. Disfrutar de un concierto de Rock and Roll sin máscara de ojos. Nosotros y el Rock and Roll.


Se encienden las luces de nuevo y la primera nota ilumina la espera. Miles de personas se mueven al mismo compás y solamente tienes dos posibilidades. Brincar al ritmo de la masa o tirar la toalla y parapetarte cerca del surtidor de Mahou. Hoy he querido abandonar la retaguardia y decido frotar mi cuerpo contra el de los demás. Siento cómo me patean, cómo el aliento del gordo de turno me calienta la nuca, cómo mis piernas pueden a duras penas mantener el equilibrio en un lugar que funciona con las reglas impuestas por el compás de la música. Apenas puedo respirar y salto en busca del oxígeno que me permitirá aguantar la respiración un minuto más. Estoy exhausto pero no puedo dejarlo porque “Know your Enemy” me golpea en toda la nariz. Ya no sudo. Ahora toda mi piel está cubierta de una mezcla de arena, agua, cerveza y dióxido de carbono con forma de vapor. Tengo que aguantar.

Tras perder el control regreso a la realidad y busco el camino de vuelta a las trincheras. La tregua ha llegado. La música es mi guerra y probablemente el arma más poderosa que tenemos para conseguir olvidarnos de que el lunes todo volverá a ser jodidamente gris. Todo menos la idea de volver a alistarme en ese ejército llamado Rock and Roll.

“ La música nunca puede ser mala, digan lo que digan del Rock and Roll”
Elvis Presley

No eres Dios

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Carlos conducía plácidamente acompañado de su vástago y su chica. Carlos es un tipo grande, muy grande, y fiero, muy fiero, tanto que nadie ha sido capaz de moverle de su espacio en la tierra desde el día en que llegó a la misma.
Ningún obstáculo parece alejarle de su camino y de sus convicciones, que lleva marcadas a fuego lento. Es una roca y como tal, muy difícil de desquebrajar, incluso cuando el agua se cuela entre sus grietas.

Eso era cierto hasta que el otro día un mísero grano de polen estuvo a punto de acabar con todo en apenas unos segundos. Sufrió un colapso respiratorio por culpa de una alergia jamás tratada y el azar le condujo a esquivar el coche que circulaba plácidamente por el otro carril.
Todo acabó en la cuneta, en un reguero de sangre que brotaba de su nariz y en un “no sé que ha pasado”. Otro susto más con los que viene cargada la maldita y necesaria primavera.
Su vida no ha cambiado drásticamente desde aquel día pero durante unas horas algo le ha recordado, con unos golpecitos en el hombro, que es de carne y hueso y que su vida se encuentra siempre en el punto de mira de un tipo que anda escondido entre los tejados de esos edificios en ruinas. Tiene el arma cargada y siempre está listo para disparar.

Ninguno queremos que nos recuerden nuestra mortalidad a cada paso, pero no hay nada como ver la vida desde los ojos del César, que cada vez que entraba en la ciudad recientemente conquistada, era interrumpido de sus ensoñaciones por un enano, que al oído le repetía: “No eres Dios”.

“No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi trabajo, sino simplemente no muriendo” Woodie Allen

Y tú, ¿ qué opinas?

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El sneak preview, o pase clandestino, es una práctica que lleva años realizándose en el mundillo del cine. Se toma una muestra de público diverso, se les forra de palomitas y Toblerones y, acurrucados en sus butacas de felpa, disfrutan de un pase privado previo al estreno de la película. En función de lo que sus cráneos privilegiados escupan después de este visionado, se mantendrá o alterará el argumento o determinados pasajes de la película cambiarán.



Miguel Pita, director y guionista del video “Extraños en un tren”, tuvo la idea de recoger las opiniones de unas jovencitas y otras no tanto , que vieron el video antes de su montaje definitivo. Todas ellas no habían tenido el placer de conocerme previamente por lo que respondieron sin complejos.

Estas son sus respuestas, sin aditivos ni colorantes, ante la pregunta: ¿ Qué clase de persona intuyes que es el cantante?



Mujer, 34 años: soñador.

Mujer , 20 años: sensible.

Mujer, 60 años : un chico blando, pelín pesado.

Mujer 24 años: cantautor enamoradizo, con miedo actuar ante un “no” por respuesta.

Mujer 22 años: un tipo normal.

Mujer, 25 años: un músico bohemio, medio desastre.

Mujer, 22 años: un poco tímido, opino que no le costará ligar. Tal vez mayor para ese rollo ligón.



Y tú, ¿ qué opinas?. No os cortéis un pelo y dadme verdades como puños. A la respuesta más original le invito a un pedo gastronómico en el SIDI. Palabra de RAT, ese tipo bohemio, pelín pesado y un poco mayor para ese rollo ligón.


“La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad” Francis Bacon