Me he levantado esta mañana sintiéndome Ponny Boy y al igual que aquel mítico personaje tengo dos cosas cosas en mi cabeza pero éstas no son ni volver a casa ni a Paul Newman sino una resaca de cerveza a 9 euros el mini y el concierto de Social Distortion aún fresco y pateando mis neuronas supervivientes.Y es que ayer presenciamos al que por razones de actitud y presencia escénica es el heredero directo de los Outlaws americanos clásicos.
No quiero dar nombres pero este tipo no tiene nada que envidiar a gente como Hank Williams, Johnny Cash o Weillong Jennings. Lógicamente hablamos de punk rock pero al igual que sin Robert Johnson no habría Keith Richards, sin Hank Williams no habría Sid Vicious y en un infinito carrusel de conexiones llegaríamos en el tiempo hasta Mr Ness.
El tipo en cuestión derrocha carisma y hombría por todos los lados y un cierto aire de tipo peligroso. Se trata de un hombre con el que podrías hacer gran cantidad de cosas menos tocarle lo cojones, aspecto que en el punk rock actual ha prácticamente desaparecido en una escena dominada por los jovenzuelos flacuchos y saltarines.
En un momento temí por la vida del payaso que escupió sobre el escenario en un alarde de "punkrockismo" idiota y os aseguro que durante unos segundos me imaginé a Mr Ness reaccionando al más puro estilo G.G.Allin. Pero no, él está por encima de estas estupideces y continuó lanzando guitarrazos arrancados a su semptiterna Les Paul amarilla y con sus piernas abiertas en ángulo de 45 grados.
Debo decir que llevaba preparado mi cuaderno de apuntes para ver que contaba entre canción y canción, ya sabeis, cosas tipo ...." incluso los tipos duros hacen canciones de amor" o "...bueno, ya hemos hecho suficientes canciones para tios esta noche, vamos a hacer una canción para las mujeres...." Éstas no llegaron y supongo que se debe a la barrera idiomática que hace que muchos grupos reduzcan enormemente sus diatribas entre tema y tema en un pais donde la gente apenas habla inglés, algo que para mí es imprescindible en un concierto.
Después de una hora y veinte yo quería mucho más y esquivando la jodida palmera de la Riviera abandonamos el recinto.Salimos a la cálida noche madrileña y la preciosa rubia que me acompañaba resumía lo visto con su irresistible acento dublinense: " He is a man and a half".
"Hi I'm Johnny Cash" frase con la que el gran Man in Black abría sus conciertos.
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