Segovianos por el mundo de las sombras

|
Últimamente no he dejado de hacerme preguntas, de volver a revisar las respuestas, de dejar de encontrar estas últimas y de llegar a conclusiones que indicaban, con sus dedos anulares, que quizás no existan ni siquiera las primeras. Seguimos luchando por acercarnos a la verdad y a veces las nubes no nos dejan ver lo que vamos encontrando por el camino.

Entre otras cosas, aparecen personas que nunca aparecen en las portadas, que nunca obtienen titulares y que son el Dustin Hoffman de la peli “Héroe por accidente”, vagabundos errantes que dan su vida por una causa y que siempre acaban eclipsados por el Andy Garcia de turno, tipos imprescindibles que mantienen al mundo girando sobre su eje , evitando que descarrile y que terminan perdiendo un zapato en algún avión. Entre tanto, concierto, avería , redención y filosofía barata una persona ha aparecido y desaparecido en el trayecto, de la misma manera que ha venido haciendo con la música durante 25 años.

Ese es el camarada Felipe Y. El hombre de negro, de la camiseta de MariTrini en el Me Barcelona, el motor del los músicos primerizos, el proletario del rock segoviano, el amigo que, ante todo, da su tiempo por nada y aquel que sólo espera tomarse su sopa de sobre con estrellitas al regresar a casa.

Este es el homenaje en vida, porque esos son los que de verdad cuentan y el primero de una lista dedicada a aquellos segovianos de portada que ni siquiera salen en la sección de cumpleaños. A los versos, Nitrato de Chile:

No ha amanecido limpio este domingo
Y tú no tienes hijos
Ni su madre te llama.
Sacrificado joven al delirio
Del rocanrol de vasos y jugadas

Bien sentado en las llamas del martirio
Campeón de subidas y bajadas
Se te escapa el deseo de ser uno
De los viejos que le echan pan
A las palomas.

Se te ha perdido el humo
Que humea todavía en la colilla
De tu primer cigarro con los Rolling.
No puedes desertar en solitario
Del mundo resumido en cuatro rosas
No puedes controlar todas las cosas
respiradas por detrás del escenario,
Pero eres el mejor de los testigos
Para juzgar las música sin tiempo
Acuérdate de amar lo que no tengo
Que yo odiaré las tardes de domingo.

De este tren no te bajas sin pagarlo
Del olor de una Les Paul violada
No se puede escapar “gracias, de nada”
del estruendo de las cuerdas pares
no puedes renegar sin tatuártelo.
porque los buenos tiempos
son un blues sin frases
Y el rock es la deriva de tus camuflajes
Tómate una copa para celebrarlo
Y fúmate el cigarro de los homenajes.

0 comentarios: